Educar con responsabilidad es la base de toda acción educativa. Todas las orientaciones surgen con el objetivo de orientar a los padres que creen que la situación con sus hijos se les escapa de las manos y se sienten incapaces de encontrar una solución útil al afrontar el desafío de educar sus hijos.
Explorando el mundo infantil y su psicología de manera clara, fácil, con todo el amor, cariño y respeto podéis educar y hacer de tu hijo un niño feliz.
* Claves de una buena educación infantil:
Hábitos: Para que un niño se sienta seguro tiene que adquirir hábitos. Los adultos tenemos que ayudarles a organizar su vida mediante horarios estables que, asociados a rutinas sirvan para crear un esquema de orden interno que convierta su mundo en un lugar seguro.
Límites: Para que un niño se sienta protegido tiene que tener límites y normas para que sepa lo que puede o no hacer.
Tiempo de calidad: Para que un niño se sienta querido y valorado hay que pasar tiempo con él. Los adultos trabajamos tanto y tenemos tan poco tiempo libre que es preciso convertir a nuestros hijos en los protagonistas del tiempo que pasamos con ellos y eso se consigue alabando sus logros, conociendo sus intereses, expresándoles cuanto se le quiere y disfrutando de su compañía. Tiempo de calidad, no cantidad
Respeto: a veces los adultos nos olvidamos respetar a los niños e interrumpimos sus actividades y juegos, no respetamos sus espacios, tiempos, gustos o elecciones imponiendo siempre los nuestros sin al menos escucharlos.
Evitar comparaciones: las comparaciones sean estas entre hermanos, primos, vecinos son muy desagradables, debemos enseñarles que cada cual tiene sus propias características y es tan valioso como cualquier otra persona.
Imitación: observando cómo actúan los otros, el niño aprenderá cómo comportarse, por lo tanto, como padres, maestros debemos ser los mejores modelos para los pequeños, siempre pensando en su futuro y que
El entorno:En muy poco tiempo se han producido muchos cambios sociales que han afectado a la estructura familiar, generando en los padres una sensación de incertidumbre y preocupación, como la de educar a los hijos de manera diferente, sin olvidarse que: educación nunca ha sido sinónimo de perfección.
Un niño interpreta el cuidado, los límites como un sentimiento de amor, de cariño.
Padres, amad vuestros hijos... ¡educadlos!
Padres, amad vuestros hijos... ¡educadlos!
Autora: Daniela Reis
No hay comentarios:
Publicar un comentario